Tu alma marcha adelante
y debe esperar a tu cuerpo.
Mi cuerpo va delante,
pero nunca espera a mi alma.
Mi cuerpo encuentra
tu alma,
y tu cuerpo encuentra
la mía.
y debe esperar a tu cuerpo.
Mi cuerpo va delante,
pero nunca espera a mi alma.
Mi cuerpo encuentra
tu alma,
y tu cuerpo encuentra
la mía.
Así vivimos,
sin poder alcanzarnos
del todo.
Pero un día,
alma con alma,
cuerpo con cuerpo,
caminarán apareados
gozando en la casa del Señor.
(*) Todos los derechos reservados. © Copyright 2008 Jesús María Silveyra. info@jesusmariasilveyra.com.ar
sin poder alcanzarnos
del todo.
Pero un día,
alma con alma,
cuerpo con cuerpo,
caminarán apareados
gozando en la casa del Señor.
(*) Todos los derechos reservados. © Copyright 2008 Jesús María Silveyra. info@jesusmariasilveyra.com.ar
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