Jesús María Silveyra

viernes, marzo 18, 2011

EL CASO DE ASIA BIBI


Un caso emblemático de la persecución a los cristianos

Buenos Aires, 18 Mar. 2011 (AICA)

Pese al extraño silencio de las agencias internacionales de información, es innegable la existencia en el mundo de millones de personas perseguidas por su credo religioso, particularmente en los países musulmanes y otros de Oriente. Uno de esos países es Pakistán, donde puede decirse que el caso Asia Bibi, seguido de dos asesinatos de funcionarios gubernamentales, puede erigirse en paradigma de esta abierta persecución, en la que los cristianos llevan la peor parte.
Con el propósito de resumir e informar al público argentino sobre el drama de los cristianos en Pakistán, el escritor Jesús María Silveyra, autor de “Diálogo con el Islam” y “Los mártires de Argelia”, envió a AICA la siguiente nota.
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El caso de Asia Bibi
Asia (Aasiya) Bibi, es una mujer cristina, pakistaní, de 45 años, esposa y madre de cinco hijos. En junio de 2009, mientras trabajaba cerca de la aldea de Ittan Wali (provincia de Punjab), le pidieron que fuera a buscar agua para mitigar el cansancio de la labor agrícola. Al volver con el agua, ninguna de las mujeres musulmanas que trabajaban con ella quiso beberla, diciendo que el agua estaba impura ya que ella era cristiana y la había tocado, y que debía convertirse al Islam.
Supuestamente hubo una discusión posterior en la que Asia les dijo que Jesucristo había dado su propia vida en la cruz por los pecados de la humanidad y les preguntaba qué cosa había hecho el profeta Mahoma por ellas.
Sus compañeras lo consideraron una blasfemia contra el Profeta, y la denunciaron ante un imán del pueblo, casado con una de ellas. Asia Bibi fue detenida y acusada por violación del artículo 295 del Código penal pakistaní (conocido como “ley antiblasfemia”), que prevé hasta la pena de muerte para aquella persona que blasfeme contra Mahoma.
Inmediatamente fue detenida y confinada en una prisión, generando una cadena de reacciones entre la minoría cristiana de Pakistán (son el 4%) y, posteriormente, en el mundo entero. Sin embargo, el 8 de noviembre de 2010, el juez Naveed Iqbal, la condenó a morir en la horca. Según comentó su abogado, el juez fue a la prisión a decirle que si se convertía al Islam sería perdonada, a lo que Asia Bibi respondió que prefería morir como cristiana que salir de la prisión siendo musulmana. Y agregó: "Yo no soy una criminal, no hice nada malo. He sido juzgada por ser cristiana. Creo en Dios y en su enorme amor. Si el juez me ha condenado a muerte por amar a Dios, estaré orgullosa de sacrificar mi vida por él".
Protestas y manifestaciones a favor de Asia Bibi
Durante todo el año 2010, tanto en el exterior como en el interior de Pakistán, distintas organizaciones y personalidades se movilizaron para pedirle al presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, que indultara a Asia Bibi, según las atribuciones del artículo 45 de la Constitución Nacional.
En el exterior, fue la voz del papa Benedicto XVI la que se levantó en varias oportunidades pidiendo su liberación, bregando por la tolerancia religiosa y el diálogo fructífero entre cristianos y musulmanes. En el interior, fueron el gobernador de Punjab, Salman Taseer (musulmán) y el ministro de las Minorías, Shabaz Bhatti (católico), quienes más lucharon por conseguir no sólo el indulto presidencial, sino la modificación de la legislación “antiblasfemia”.
Finalmente, el Presidente (viudo de Benazir Bhutto), en noviembre de 2010, le concedió el indulto de la pena de muerte, lo que generó reacciones y manifestaciones de los grupos islámicos más radicalizados.
Asesinatos
Así, el 4 de enero de 2011 el gobernador de Punjab, Salman Taseer, fue asesinado por uno de sus custodios, atribuyéndose el asesinato el grupo extremista “Tehrik-e-Taliban”, acusándolo de estar a favor de la liberación de Asia Bibi y la modificación de la legislación antiblasfemia.
Otro tanto ocurrió el pasado 2 de marzo, con el Ministro de Minorías, Shabaz Bhatti. Este joven ministro católico, de 43 años, fue detenido cuando circulaba en auto por una calle de Islambad (capital de Pakistán), lo obligaron a bajar del coche y lo mataron a mansalva. El mencionado grupo talibán se adjudicó también el hecho.
Verdadero mártir de la fe
Es de notar que Shabaz Bhatti (a quien los obispos de Pakistán postularán como mártir), no llevaba custodia y hacía un tiempo, a raíz de las continuas amenazas de muerte recibidas, había escrito: “Yo quiero servir a Jesús como un hombre normal. Este amor me hace feliz. No quiero popularidad, no quiero posiciones de poder. Sólo quiero un lugar a los pies de Jesús. Quiero que mi vida, mi carácter, mis acciones hablen por mí y digan que estoy siguiendo a Jesucristo. Este deseo es tan fuerte en mí que me consideraría un privilegio el que, en este esfuerzo y en esta batalla por ayudar a los necesitados, a los pobres, a los cristianos perseguidos de Pakistán, Jesús quisiera aceptar el sacrificio de mi vida. Quiero vivir por Cristo y quiero morir por él. No siento miedo alguno en este país. Muchas veces los extremistas han tratado de asesinarme o de encarcelarme; me han amenazado, perseguido y han aterrorizado a mi familia. Los extremistas, hace unos años, pidieron incluso a mis padres, que me convencieran para que no continúe con mi misión de ayuda a los cristianos y los necesitados, pues de lo contrario me perderían. Pero mi padre siempre me ha alentado. Yo digo que, mientras viva, hasta el último aliento, seguiré sirviendo a Jesús y a esta humanidad pobre, que sufre, a los cristianos, a los necesitados, a los pobres”.
Asia Bibi amenazada de muerte
Pese a estos lamentables sucesos, el caso de Asia Bibi no se cerró. Si bien en principio se libró de morir en la horca, por el indulto presidencial, permanece en la prisión de Sheikhupura, bajo estrictas medidas de seguridad, a la espera de la decisión final del Tribunal Supremo de Lahore, donde se interpuso un recurso de amparo contra el indulto.
Son constantes las amenazas de muerte para ella y su familia. El marido está desesperado y teme por la vida de sus hijas. Hace unos días colocaron una leyenda frente a la prisión diciendo que Asia Bibi seguiría los pasos de Salman Taseer y de Shabaz Bhatti.
El mundo libre debe pedir la libertad de Asia Bibi
El 5 de marzo, el cardenal Jean-Louis Tauran, encargado del Diálogo Interreligioso del Vaticano, presidió una misa en honor del ministro asesinado y señaló: “Ser cristianos es hacer siempre una elección, entre la luz y las tinieblas, entre la fe y la ley, entre la vida y la muerte, entre el Dios revelado por Jesús y la sabiduría humana, entre servir y dominar”.
Es evidente que, tanto Shabaz Bhatti como Asia Bibi, hicieron su elección. Es cuestión de nosotros, sus hermanos cristianos, de los musulmanes de buena voluntad y de todos los hombres libres que se precien de defender los derechos humanos, exigir la inmediata liberación de Asia Bibi, esta sencilla mujer paquistaní, que está dando ejemplo de dignidad al mundo entero.+

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