Jesús María Silveyra

jueves, abril 10, 2008

"Diálogo con el Islam"


Lumen acaba de publicar mi libro titulado “Diálogo con el Islam”, subtitulado “Martirio, búsqueda y hallazgo de don Andrea Santoro”. Un testimonio en el que relato el martirio de este sacerdote italiano, asesinado el 5 de febrero de 2006, mientras rezaba en el último banco de la iglesia de Santa María, en Trabzon, Turquía. Un joven fundamentalista de apenas 16 años, al grito de “Allah-u-Akbar” (Dios es grande) le disparó dos tiros por la espalda. La sola idea de pensar en el sacerdote rezándole de rodillas a Dios y en el asesino invocando el nombre de Dios al momento de efectuar los disparos, me llevó a preguntarme si se trataba del mismo Dios. El interrogante me fue llevando no sólo a investigar el hecho, sino a viajar a Turquía, en noviembre de 2006, para visitar el lugar del martirio, coincidiendo con la visita del Papa Benedicto XVI a Turquía (fue la primera vez que un Pontífice rezó en una mezquita).
Don Andrea Santoro, de 60 años, trabajaba en el Diálogo Interreligioso y había fundado la “Ventana para el Medio Oriente”, un portal electrónico por el que deseaba intercambiar dones entre Oriente y Occidente. “Diálogo y convivencia no se dan cuando se está de acuerdo con las ideas y las elecciones ajenas, sino cuando se les deja lugar junto a las propias y cuando se intercambia como don el propio patrimonio espiritual”, decía el sacerdote. Descubrí en los escritos del padre Santoro una enorme riqueza espiritual para fecundar el diálogo entre Cristianismo e Islam. Es un testimonio escrito desde el corazón, en el que voy recorriendo la vida de don Andrea, al mismo tiempo que viajo por Roma y Turquía, siguiendo sus pasos y los del Papa Benedicto XVI.
“El camino por delante es largo y no fácil. Dos errores creo que hay que evitar: pensar que no es posible la convivencia entre hombres de religión distinta, o bien creer que es posible sólo infravalorando o dejando de lado los problemas reales”, escribía este mártir del siglo XXI que fue asesinado a raíz de la aparición de una serie de caricaturas de Mahoma en diarios europeos. Pero pese a su muerte, los frutos de su vida y sus palabras quedan al alcance de cualquiera que desee trabajar por el diálogo interreligioso y el acercamiento entre las dos grandes religiones de la humanidad.

1 comentario:

patricia dijo...

Quisiera intercambiar algunas ideas con el autor, por lo que solicito me envie su direccion de correo. Parrouy@ciudad.com.ar