Jesús María Silveyra

martes, marzo 17, 2020

CORONAVIRUS


Cuando las sombras se apoderan
de la hora.
Está la caña en mano de Moisés
sobre la roca.
El golpe duro y la firme voz
contra la queja,
hasta que, desorientado el pueblo
al fin se deja,
guiar por la esperanza
refulgente,
brillo del agua,
que se abre paso,
entre la gente.

Sacia la sed,
devuelve la energía,
ilumina el rostro
de quien confía,
traza un surco
en el desierto,
río de fe y de luz
recién abierto.

Camino hacia un Dios
que en el milagro
se revela,
pese al corazón duro
y dura la cerviz
de quienes dudan
continuamente.
En el camino de las pruebas,
el agua viva,
pese a las faltas de cada uno,
está presente.

Jesusmariasilveyra@2020



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